jueves, 26 de febrero de 2009

Huir, o afrontar, ceder, o nacer.

Quiero escapar, quiero huir, fingir que nunca ocurrió, pero, también quiero quedarme, luchar por lo bello que conseguí, que dualidad.
Corre, tan rápido, como si su vida dependiese de ello, entre árboles, entre maleza, sintiendo cada gota que cae sobre su cuerpo en la tormenta, grita, sacando toda su energía, esta harto, cansado, cansado de todo, de no alcanzar la fortaleza para aceptarlo, ya no quiere mas indecisión, preocupación posterior al miedo.

Cada acorde de su voz, se apaga, cada neurona que recuerda su tacto, su olor… mueren lentamente, cada vez va hundiéndose mas en el odio, sacando una imagen oscura de si, un representante del odio que normal, no pudo emerger, cada llaga en su cuerpo parece sanar, pero… solo es eso, solo parece.

<> se detiene, rendido, sus piernas destrozadas seden, cae de rodillas, ya no grita de odio, de furia, solo de dolor, las lagrimas brotan sin cesar por su cara, camufladas entre las gotas de lluvia. Empapado, sudoroso, cansado, pero, tal parece, no rendido, quiere encontrar una forma, aun guarda la esperanza de que llegue su luz, de vuelta, y se lleve la oscuridad por completo, aun espera que no sigan jalándole de ambos lados, aun desea estabilidad, y espera conseguirla… pero, no ceden las fuerzas, ninguna desea soltar su alma.

Si necesita ayuda, puede que esta vez la acepte, tal vez ahora deje su orgullo de lado… por su bien, sería lo mas conveniente, lo mas apropiado… lo mas sano… es hora de dar otra oportunidad… es hora de volver a nacer.

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